“Para mí, los ‘número 1’ son los italianos, aunque el estilo español también está a la altura”, así daba inicio a su ponencia en el Congreso Internacional del Rosado Jérôme Marty, ingeniero y agricultor, además de director comercial de la tonelería Demptos, haciendo referencia a la anterior conferencia impartida por Piermario Ticozzelli, referente a los rosados italianos y su posicionamiento en el mercado. Y es que, siguiendo con el carácter global y de entendimiento, Marty centraba su presentación en torno al gran crecimiento que han tenido los rosados franceses en los últimos 20 años y en sus ‘espectaculares’ tierras de cultivo repartidas por el territorio galo.
Tras comentar brevemente la aparición y desarrollo histórico del vino rosado, Marty destacó como la bajada de ‘caché’ que sufrió el rosado producida principalmente por “la evolución de las técnicas de producción y el paralelo desarrollo de otros vinos que las adaptaron y echaron raíces en la clientela”.
Actualmente, Francia es el primer productor mundial de rosados, un 35% del consumo mundial. Una variedad que, pese a su gran fama, siendo uno de los vinos más exportados, sigue siendo “un producto muy arraigado e importante en la cultura francesa” en palabras del propio Jérôme Marty.
“Cuando la gente ha podido bajar al sur, a La Provenza, por distintas situaciones, han ido descubriendo el gran vino de esta zona sureña”, comentaba Marty acerca de una de las principales zonas de elaboración de rosados en tierras galas junto al Valle del Ródano y Languedoc-Rosellón. Entre las 3 zonas, centralizan el 70% de la producción total.
La Provenza francesa se caracteriza por “la elaboración de un rosado de prensado muy tradicional, con colores muy pálidos, en parte, gracias a los terrenos que favorecen mucho el desarrollo de los cultivos”. Una zona de gran tradición vinícola en la que el 90% de la producción está destinada a la elaboración de rosados, donde podemos encontrar numerosas Denominaciones de Origen. Solo esta zona produce un 5% de los rosados del mundo. Su éxito, explicaba, se debe “al especial cuidado y delicadez con el que se lleva la gestión de los cultivos”.
Los territorios situados más al norte del país, ubicados en la región de Ródano, cuentan con variedades de vino 100% dedicadas a la elaboración de rosados. Con 3 Denominaciones de Origen repartidas en la zona, estos vinos se caracterizan por “tener un color bastante más pronunciado, más vinosidad, mayor estructura… con unos matices diferentes a los vinos de La Provenza, en gran parte consecuencia de la gran diferencia de climas entre ambas zonas”, señalaba Marty.
Por otro lado, tal y como aseguraba, desde hace más de 20 años se ha invertido mucho tiempo, dinero y esfuerzo en la creación de nuevos proyectos innovadores en la región de Languedoc-Rosellón. Esta iniciativa viene promovida, principalmente, por el objetivo de conseguir vinos más frascos en una zona con otra gran tradición vinícola. Estos resultados se consiguen gracias a “un sistema de cooperativa impresionante” que gestiona el viñedo más grande de toda Francia.
Los vinos procedentes de Languedoc, o al menos los enmarcados dentro de la Denominación de Origen, se caracterizan por sus elevados precios. Llegando a venderse botellas que llegan hasta los 190€. Ante esto, según concluía Marty, existe una gran oferta de vinos pertenecientes a esta región, con menos restricciones que las DO, que trabajan con rangos de precios mas moderados. Creando así “una oferta muy amplia y variada de rosados en toda Francia”.